¿Fan o seguidor de Jesús? - Andrés Corson - 9 Septiembre 2015
¿Fan o seguidor de Jesús? - Andrés Corson - 9 Septiembre 2015
¿Cuál es la diferencia entre una persona que conoce a Jesús y otra que conoce acerca de él?
Respecto a los fariseos Jesús dijo en Mateo 15:8: “Este pueblo me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí”.
Los fariseos tenían conocimiento acerca de Dios pero no lo conocían. El libro de Lucas narra lo siguiente: “Uno de los fariseos invitó a Jesús a cenar, así que Jesús fue a su casa y se sentó a comer. Cuando cierta mujer de mala vida que vivía en la ciudad se enteró de que Jesús estaba comiendo allí, llevó un hermoso frasco de alabastro lleno de un costoso perfume. Llorando, se arrodilló detrás de él a sus pies. Sus lágrimas cayeron sobre los pies de Jesús, y ella los secó con sus cabellos. No cesaba de besarle los pies y les ponía perfume. Cuando el fariseo que lo había invitado vio esto, dijo para sí: «Si este hombre fuera profeta, sabría qué tipo de mujer lo está tocando. ¡Es una pecadora!»". Lucas 7:36-39.
Cuando Jesús entró a la casa de Simón, no lo saludaron, no le lavaron los pies y tampoco ungieron su cabeza con aceite. Jesús no fue honrado, todo lo contrario, de manera deliberada fue ignorado e insultado.
El Fariseo había estudiado las más de trescientas profecías acerca del Mesías, a los doce años ya había memorizado los primeros doce libros de la Biblia, a los quince, ya se sabía todo el Antiguo Testamento, había estudiado todo acerca del Salvador pero no lo conocía, no reconoció que quien estaba sentado en su mesa era el Mesías.
En cambio, la prostituta lo oyó hablar un día y algo pasó en su corazón, un solo mensaje, una sola mirada y una sola hora con Jesús fue suficiente para que se sintiera amada, perdonada y con esperanza.
Por eso estaba desesperada por volver a verlo y se enteró que había sido invitado a comer a la casa de Simón el fariseo. Y aunque ellos siempre la habían juzgado y condenado, no le importó porque tenía que volver a ver a Jesús para expresarle su amor y su gratitud.
Al final de la historia Jesús le dice a Simón: “Mira a esta mujer que está arrodillada aquí. Cuando entré en tu casa, no me ofreciste agua para lavarme el polvo de los pies, pero ella los lavó con sus lágrimas y los secó con sus cabellos. Tú no me saludaste con un beso, pero ella, desde el momento en que entré, no ha dejado de besarme los pies. Tú no tuviste la cortesía de ungir mi cabeza con aceite de oliva, pero ella ha ungido mis pies con un perfume exquisito”. Lucas 7:44-46
¿Por qué Jesús toma el lado del acusado y no el del acusador? Porque él no vino a condenar al mundo sino a salvarlo. Siempre que señalamos los pecados de otros Jesús ve en nosotros el espíritu de los fariseos, es decir el espíritu de Satanás.
Predicación del 9 Septiembre de 2015 en el auditorio de la iglesia El Lugar de Su Presencia - Bogotá - Colombia por el Pastor Andrés Corson. #SuPresenciaenInternet