Averigüen bien lo que agrada a Dios - Andrés Corson - 1 Marzo 2015

Averigüen bien lo que agrada a Dios - Andrés Corson - 1 Marzo 2015

Somos salvos solo por gracia, por nuestra fe en Jesús, pero las obras son el resultado de esa salvación y son necesarias para cuidarla. 2 Pedro 1:5 dice: “Esfuércense al máximo por responder a las promesas de Dios complementando su fe con una abundante provisión de excelencia moral”.

Además de la salvación, existen otros beneficios por la obra completa de Jesús en la cruz: salvación, santificación, sanidad, victoria sobre Satanás, libertad de las maldiciones o consecuencias del pecado, libertad de la ruina y la pobreza, libertad del temor a la muerte, una vida con propósito.

¿Recibimos todo esto solo por gracia o tenemos que hacer algo?

El punto medio entre la gracia y la justicia es la cruz, Dios hizo su parte pero nosotros tenemos que hacer la nuestra: creer bien, hacer guerra espiritual, eliminar lo que pueda enfermarnos, creer en la sanidad, confesar nuestros pecados, dejar de pecar y santificarnos.

¿Qué es santificación?

Es una vida separada para Dios, Efesios 5:25-27 dice: “Cristo amó a la iglesia. Él entregó su vida por ella a fin de hacerla santa y limpia al lavarla mediante la purificación de la palabra de Dios. Lo hizo para presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni ningún otro defecto. Será, en cambio, santa e intachable”.

Dios quiere que seamos santos pero, ¿cómo lograrlo? ¿Por gracia, por lo que Jesús hizo por nosotros o por nuestro esfuerzo? Para responder esta pregunta debemos entender que justificación tiene que ver con nuestra salvación y santificación tiene que ver con un cambio de vida.

¿Qué le agrada y qué le desagrada a Dios?

Para ser santos lo primero que debemos saber es qué le agrada y qué le desagrada a Dios, para eso necesitamos conocer su Palabra. Sin embargo, vemos que hay extremos:

  • El extremo de la gracia lleva a las personas a esperar que Dios los santifique sin hacer nada. Esto produce cristianos no comprometidos, mundanos y mediocres que terminan alejándose de Dios.
  • El extremo de la justicia es tratar de ser santos por nuestro esfuerzo humano, el resultado es el legalismo que también aleja a las personas de Dios.

Ningún extremo funciona, lo único que nos hace libres del pecado es la cruz en donde la gracia y la justicia se besaron. El punto de partida para ser santos es la gracia. Cuando entendemos que en Cristo ya somos santos, dirigimos nuestra vida hacia la santidad.

Predicación del 1 Marzo de 2015 en el Auditorio de la Iglesia El Lugar de Su Presencia - Bogotá - Colombia por el Pastor Andrés Corson. #SuPresenciaenInternet