Construyendo con lealtad - Orlando Reyes - 12 Enero 2013
Construyendo con lealtad - Orlando Reyes - 12 Enero 2013
“Patricio Symes fue un hombre leal a su llamado y esa lealtad nos tiene hoy reunidos”. Con esta reflexión el Pastor Orlando Reyes empieza su mensaje refiriéndose al abuelo del pastor Andrés Corson, a lo que agrega: “el Señor no construye legados sin lealtad”.
En Lucas 6:46-49 Jesús dice, “¿Por qué me llaman ustedes “Señor, Señor”, y no hacen lo que les digo?” La lealtad implica obediencia, es un sentimiento que debe formarse a diario y requiere cavar hondo para construir cimientos fuertes ¿Qué significa cavar hondo? Es morir a nuestros deseos, es cuando la lealtad es medida, cuando pasamos momentos difíciles y Dios empieza a construir una gran obra en nosotros.
Dios no construye sobre escombros ni cenizas, es por eso que la lealtad debe ser renovada continuamente pues vendrán los pensamientos negativos, la lucha con el pecado, los razonamientos.
Hay tres cosas que caracterizan a las personas desleales:
1. El orgullo: ejemplo, Saúl. Era un joven atractivo físicamente, adinerado e influyente, sin embargo le faltaba carácter. Los dones sin carácter son un peligro. En 1 Samuel 15: la Biblia narra la desobediencia de Saúl a Dios. Al respecto Samuel confronta a Saúl diciéndole: “¿Qué le agrada más al Señor: que se le ofrezcan holocaustos y sacrificios, o que se obedezca lo que él dice? El obedecer vale más que el sacrificio, y el prestar atención, más que la grasa de carneros”. Hay momentos en los que Dios quiere probarnos y medir cómo está nuestra actitud como lo hizo con Saúl. Ser orgullosos es ser competitivos, es diferente a ser competentes. Es ser voluntariosos, autosuficientes, independientes. Por el contrario la humildad es reconocer que necesitamos a Dios.
2. La envidia: ejemplo, Saúl. No hay nada que desenfoque más que la envidia. A causa de ella empezamos a concentrarnos en los demás y viene la comparación. 1 Samuel 18:8 nos muestra cómo Saúl empezó a sentir envidia del joven David.
3. La conspiración: ejemplo, Absalón. Un conspirador es una persona que no es leal a una visión, no se sujeta a sus autoridades. El conspirador no sabe recibir, es religioso, conoce la Palabra pero no la vive. Quiere matar a las personas que fueron escogidas por Dios para estar en autoridad.
La lealtad a veces no es reconocida, pero siempre recibe una recompensa de parte de Dios.
Predicación del 12 Enero 2014 en el Auditorio de la Iglesia El Lugar de Su Presencia - Bogotá - Colombia por Orlando Reyes. #SuPresenciaenInternet