Desenterrando nuestros sueños - Andrés Corson - 7 febrero 2016

Todos tenemos un sueño que fue puesto en nosotros por Dios. Tiene que ver con lo que hacemos bien y disfrutamos haciendo.  

Ustedes saben que Dios pagó un rescate para salvarlos de la vida vacía que heredaron de sus antepasados. 1 Pedro 1:18

Dios es el dador de los sueños. Salmo 139:13-16

Los sueños de nuestra niñez. Lucas 2:42-49 

Pero muchos enterraron sus sueños porque: generalmente son muy grandes, no pasan la prueba del tiempo, tienen miedo de salir de su zona de confort, sus papás hicieron lo mismo o no lograron vencer los obstáculos.

¿Cómo desenterrar la visión?

1. Estar a solas con Dios.
2. Preguntarnos: ¿Qué soñábamos o cómo nos veíamos cuando éramos niños? ¿Qué nos gusta hacer? ¿Haciendo qué somos felices?.
3. Definir la visión poniéndola por escrito o en un dibujo. Habacuc 2:2-3.
4. Alimentar la visión. Los sueños se alimentan mirando la tierra prometida.