Entrevista: Juan y Diana Landinez - Pastor Andrés Corson - 17 Septiembre 2014
Entrevista: Juan y Diana Landinez - Pastor Andrés Corson - 17 Septiembre 2014
1 Corintios 10:11 dice: "Esas cosas les sucedieron a ellos como ejemplo para nosotros. Se pusieron por escrito para que nos sirvieran de advertencia a los que vivimos en el fin de los tiempos".
La mejor predicación es la historia de vida de cada uno de nosotros. 2 Corintios 3:2-3 dice: "Todos pueden ver claramente el bien que Cristo ha hecho en la vida de ustedes. Para que la gente hable bien de nosotros, sólo tiene que fijarse en ustedes. Porque ustedes son como una carta que habla en favor nuestro. Cristo mismo la escribió en nuestro corazón, para que nosotros la presentemos. No la escribió en piedra, ni con tinta, sino que la escribió con el Espíritu del Dios vivo. Y esa carta está a la vista de todos los que la quieran leer".
Estas son algunas frases que escucharán en esta entrevista:
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“Nuestro matrimonio es el resultado de la oración de nuestras Mamás, ellas no nos atacaban de frente sino en silencio intercedían por nosotros”.
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“Dios avivó el fuego y el llamado en mí, mientras yo estaba con un pie en el mundo y otro en la Iglesia”.
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“Mientras estaba ahogándome en el mundo, Dios me iba rescatándome, llamándome para estar en Su Iglesia a través del compromiso con la alabanza”.
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“Con convencimiento tomé decisiones que me acercaron a Él”.
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“Le entregué mi talento a Dios y me reservé para Él”.
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“La figura paterna en mi infancia y vida nunca estuvo presente, pero Dios llenó todos esos faltantes y sentí la sanidad en esta área”.
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“En situaciones difíciles deje de darle gracias a Dios por lo que no tengo y me enfoqué en lo que Dios me ha dado”.
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“La bendición tengo que disfrutarla, así como las dificultades”.
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“Nuestra hija es la personificación de la fidelidad de Dios”.
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“Cuando acepte el trabajo en la Iglesia, me comprometí con el sueño de Dios”
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“Decidí no creer en lo que él me prometía sino en la obra que Dios había hecho en él.”
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“La tentación siempre está presente pero no voy a arriesgar toda mi vida por solo unos minutos de placer”.
Dios puede cambiar su historia si usted acepta su invitación.
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo. Apocalipsis 3:20