No merezco ser amado - Pastor Andrés Corson - 23 Febrero 2014

“Quiero hablarle a los que se sienten indignos de ser amados y a toda persona que ha hecho lo que parece un pecado imperdonable”. Expresa el pastor Andrés Corson al comenzar su prédica.

Isaías 53:3 dice que Jesús fue menospreciado. Sin embargo aun ante las burlas de la gente (Mateo 27:42) Jesús no permitió que eso lo afectara porque sabía que Dios lo amaba.

Enseguida, el pastor Andrés presenta una historia que todos conocemos, narrando lo que pudo haberle sucedido a la mujer samaritana. La historia comienza así:

Jesús se encuentra con una mujer que inspiraba rechazo en las personas a causa de la forma como vivía. Jesús sabe que ha tenido 5 esposos y el hombre con quien vive actualmente no es su marido.

Es posible que su primer esposo haya sido un hombre a quien conoció siendo muy joven, y su necesidad de amor la llevó a entregarle su virginidad. El segundo quizá era un hombre exitoso pero la trataba con indiferencia. El tercero tal vez fue un hombre muy parecido a su papá, violento y borracho. El quinto, un bueno hombre en apariencia, pero sin visión a quien no le gustaba hacer nada, posesivo, controlador y celoso.

Desilusionada, ella caminó esa mañana hasta el pozo donde se encontró con Jesús, quien le dijo: (Juan 4:13-14) Si buscas saciar tu necesidad de ser amada en los hombres volverás a tener sed.

"Ninguna persona es alguien no amado. Aunque te sientas indigno, Dios te ama". Agrega el pastor Andrés.

Jesús fue indeseable, murió al lado de dos ladrones. La gente lo juzgaba por relacionarse con indeseables. Zaqueo era uno de ellos, sin embargo en Lucas 19:5 le dice “debo hospedarme en tu casa”. Es otra manera de decirle: no importa lo que diga la gente, yo te amo. Jesús ama a los pecadores y a los que tienen mala reputación.

“Con amor eterno te he amado; por eso te sigo con fidelidad” Jeremías 31:3 (NVI).

“Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros”. Romanos 5:8 (NVI)

“Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor”. Romanos 8:38 (NVI).

Por eso no hay razón para que nadie se sienta indigno de ser amado.

Predicación del 22 Febrero de 2014 en el Auditorio de la Iglesia El Lugar de Su Presencia - Bogotá - Colombia por el Pastor Andrés Corson. #SuPresenciaenInternet