Los seres humanos no siempre exteriorizamos lo que sucede dentro de nuestro corazón, preferimos ponernos una máscara para tapar, o mostrar a otros una imagen distinta de lo que somos en realidad y sentimos.
Tener un guardado es:
- Prevenirse de una persona o cosa que encierra daño o peligro.
- Conservar, retener algo.
- No olvidar un mal recibido y estar dispuesto a vengarse cuando se presente la ocasión.
¿Cómo deshacerse de un guardado?
- Identificarlo y hacerle frente: Necesitamos saber qué es exactamente lo que nos molesta, lo que nos duele, necesitamos ponerle nombre al veneno y a la herida.
- Buscar cuál es la raíz del problema: Pregúntate qué hay en tu corazón, deja de echarle la culpa al otro.
Se necesita ser valiente para reconocer que en nuestro interior hay algo que está funcionando mal y que nos está contaminando.
Debemos soltar el orgullo, la vergüenza y el temor que impiden que nos mostremos tal como somos.
Salmo 32:2 dice: Sí, ¡qué alegría para aquellos a quienes el Señor les borró la culpa de su cuenta, los que llevan una vida de total transparencia!
Exponle tu dolor, tu rabia, tu resentimiento a Dios porque Él es el único que puede hacer algo por ti. ¡No te lo tragues!
Predicación del 25 noviembre 2015 en el Auditorio de la Iglesia El Lugar de Su Presencia - Bogotá - Colombia por Diana Tapias. #SuPresenciaenInternet