No vuelvo atrás - Juan Pablo Landínez - 15 Julio 2015

Cuando decidí volverme cristiano desaparecí para mis amigos y para el grupo social al que pertenecía. Entendí que no podía entregarme a Dios y seguir siendo parte de todo lo que me mantenía como un hombre mundano. Pero en algún momento, empezaron los recuerdos de los momentos “agradables”. Ahí es cuando empieza el engaño del enemigo porque nos hace recordar lo bueno pero no lo malo.

Entonces me di cuenta de que yo estaba caminando un camino de muerte. Si hay una persona que se siente adoptada soy yo. Yo fui adoptado por Dios. Cuando mi vida estaba totalmente en el fondo por decisiones y por muchos faltantes, Dios me recogió, me trajo a la Iglesia, me transformó y me dio un propósito.

Después de haber nacido de nuevo en Cristo nunca voy a dejar de ser hijo de Dios. Ya no puedo quitarme a Dios de la cabeza, mi vida es inconcebible sin Él. Pero es posible que muchas personas tengan a Dios pero no hayan nacido de nuevo.

Necesitamos dejarnos adoptar por Cristo. Esto implica cambiar de estilo de vida. No vivir bajo los parámetros del mundo.

Ya no somos de este mundo, somos extranjeros esperando volver al lugar al que pertenecemos.

La vida nos puede hacer sentir que estamos en una montaña rusa sin fin, en donde la “caida” está en la próxima curva. Cuando vivimos nuestra vida basándonos solo en lo que podemos ver, perdemos la esperanza.

2 Corintios 4:18 dice: “Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre”.

La esperanza es un asunto de perspectiva. De la forma como elegimos ver la vida. El cristianismo no es una filosofía que seguimos, es el el resultado de la obra de Dios en nosotros y de las decisiones que tomamos al comprometernos a seguirlo a Él. Dios espera que nuestra decisión no tenga vuelta atrás.

Predicación del 15 Julio de 2015 en el Auditorio de la Iglesia El Lugar de Su Presencia - Bogotá - Colombia por Juan Pablo Landínez. #SuPresenciaenInternet