Malaquías 4:6 dice: “Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”.
Estas son tres áreas en las que si trabajamos, padres e hijos nos acercaremos:
El ejemplo está en la familia de Jacob. Génesis 37:2-10.
1. La Comunicación:
La Biblia muestra que Jacob tenía problemas de comunicación con sus hijos, tanto que delegó su papel de padre a su hijo José. Los versículos 13 y 14 del capítulo 37 del Génesis muestran que Jacob enviaba a José a vigilar a sus hermanos.
¿Por qué Jacob no se acercaba a ellos?
Jacob no expresaba el amor a sus hijos. Sin embargo, a José le manifestaba su amor con regalos, el versículo tres dice que Jacob le hizo una túnica de diversos colores. El mensaje para sus hermanos era, “no los amo tanto a ustedes como amo a José”. Esa era una de las razones por las que ellos no querían a su hermano.
Jacob nunca les enseñó a sus hijos cómo llevarse bien porque él mismo nunca supo cómo llevarse bien con su hermano mellizo Esaú.
José y sus hermanos no tuvieron una crianza sana. A pesar de ser criados bajo la ley, bajo la enseñanza de Dios, Jacob no había sanado temas en su vida que le impedían tener una relación sana con sus hijos.
Un padre o un líder se multiplica en lo que es, no en lo que sabe. Por eso no es suficiente que Jacob supiera toda la ley. Los padres y los líderes tienen la llave que da libertad o encierra a sus hijos u ovejas. Cuando un padre o un líder usa la llave para su sanidad abre la puerta para que sus hijos u ovejas también sean sanos.
2. La forma en que expresamos el enojo:
Efesios 4:26 dice. “Airaos pero no pequéis”. Reaccionar con ira, empeora la relación de familia.
Cuando tuvieron la oportunidad, sus hermanos le arrancaron la túnica a José como una forma de castigar a su padre.
Por su parte cuando José ya era un adulto, y volvió a encontrarse con sus hermanos, reaccionó con ira pues en ellos habían sembrado violencia en él. El tiempo nunca cura las heridas. José es era un hombre adulto pero con nada pudo ocultar el dolor que había en su corazón.
3. Desarrollar ojos de fe (Hebreos 11:11)
La fe es capaz de ver lo que humanamente no vemos. Necesitamos ver a los demás a través de la sangre de Jesús porque solo él nos da fe y perdón.
El capítulo 45 de Génesis muestra una nueva reunión familiar: José se da a conocer a sus hermanos gimiendo de dolor. Sin embargo, siendo él quien fue ofendido les pidió a sus hermanos que se acercarán. José, quien debía ser consolado consoló a los otros. Los abrazó, los besó y decidió perdonarlos.
¿Quieres dejar un legado de resentimiento o de sanidad en tus hijos?
José no solo estaba solucionando un conflicto con sus hermanos, José estaba resolviendo un problema generacional. Él decidió cambiar la historia de su vida y de su generación.
Parejas, ¿quieren ser el José de su esposo o esposa?
Padres, ¿pueden mirar a sus hijos y decirles “volvamos a empezar”?
Hijos, ¿pueden ser el José de sus padres? ¿Pueden perdonarlos?
Predicación del 1 Junio de 2014 en el Auditorio de la Iglesia El Lugar de Su Presencia - Bogotá - Colombia por Natalia Nieto. #SuPresenciaenInternet