Predicaciones

Conociendo a nuestro Padre

¿Qué hago si estoy en una relación abusiva? Por relaciones abusivas se refiere a relaciones no saludables, controladoras, de maltrato y peligro. ¡Lee la siguiente historia!:

“Después de pasar el día con sus amigos, el papá llega a casa para oír las acusaciones airadas de la mamá que provocan en él una reacción de groserías y agresividad. Para no tener que presenciar los abusos tan frecuentes entre sus papás, la pequeña niña de papá se esconde en su lugar acostumbrado. Sus hermanos también tratan de huir del bochornoso espectáculo tapando sus oídos con sus audífonos y encerrándose en su mundo de juegos, redes sociales, amigos imaginarios y fantasía. “Si mi mamá se callara él podría no enojarse tanto”, piensa la pequeña niña de papá. Pasan unos cuantos minutos de discusión que parecen horas hasta que finalmente se oye el sonido agudo de una cachetada seguido por un grito de dolor y el portazo anunciando que el papá se ha ido. Segundos de silencio son interrumpidos por los sollozos de la mamá que llora desconsolada. La pequeña niña de papá tiene miedo de salir de la seguridad de su escondite. Una vez más se siente traicionada por su papá y cada vez se siente más culpable, insegura, temerosa y distante de él”.

Nuestra relación con Dios el Padre es afectado por nuestra relación con nuestro papá terrenal. Por esa razón nuestra sanidad se inicia conociendo quién es realmente nuestro Padre Dios.

¿Olvidamos el favor de Dios?

Hace tres o cuatros años se realizó un estudio en Estados Unidos sobre las cosas que más olvidan las personas: las llave del carro, la billetera, el nombre de las personas, dónde parquearon su carro, por qué entraron a su habitación o por qué fueron al supermercado. ¡A todos nos ha pasado!

Sin embargo, peor que olvidar cualquiera de las anteriores cosas, es olvidar el favor de Dios. Muchos sabemos disfrutar de su misericordia (significa que no recibimos las cosas malas que merecemos), pero nos detenemos cuando se trata de su gracia (recibir las cosas buenas que no merecemos).

Hebreos 14:16, dice que podemos acercarnos a Dios para recibir su misericordia y gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos. Entonces, ¿cómo creen que se siente Dios cuando sus hijos (nosotros) se acercan a Él y olvidan recibir las cosas buenas que tiene para ellos?

¡Es momento de levantarnos!

Una de las grandes crisis que se vive hoy en día tiene que ver con el liderazgo, esa capacidad de influenciar que produce un cambio verdadero en otros.

Muchos se preguntan si todos pueden liderar, y la verdad es que podemos influenciar a 100 personas que estén a nuestro alrededor. Sin embargo, ¿qué estamos haciendo con esa capacidad que Dios nos entregó? ¿Pensamos que se trata de otros y que no tiene que ver con nosotros?

Dios no dio el liderazgo por dones o talentos, fue dado por su gracia, y el propósito es que descubramos las características básicas que Dios quiere formar en un líder, pues este es un asunto que tiene que con el corazón:

- No hay liderazgo sin que entendamos el principio de la autoridad.

- Un gran líder se forma en medio de las ovejas y las ama como Dios lo haría.

- Un gran líder no desprecia el inicio que Dios le dio.

“Perdono pero no olvido”, “perdono pero hasta aquí llegamos”.

¿En qué momentos hemos escuchado estas frases? ¿Son consejos que hemos decidido aceptar para nuestra vida? ¿Y qué pasa si tomamos una decisión equivocada? ¿Cómo podríamos restituir si fuera el caso?

Cada vez que tomemos una decisión debemos calcular el costo de nuestras acciones, porque a Dios le gusta sanar, pero también prevenir.

Dios puede convertir tu día ordinario en algo extraordinario como lo hizo con Moisés, entonces ¿por qué razón piensas que no te habla y que no tiene un llamado para ti ?

Tú has sido creado con un propósito y aunque estés pasando por un desierto donde te sientes fugitivo o culpable por algo, Dios está haciendo cosas nuevas en tu vida aunque no lo veas, así que es momento de actuar y de no aceptar la resignación como una opción.