Estadísticas muestran que la casa es el lugar en donde más se presenta la violencia en la familia.
Satanás usa la violencia como arma para cuatro propósitos:
1. Apartarnos de la bendición de Dios
2. Formar fortalezas de dolor
Cuando construimos paredes, recuerdos y muros de dolor, la desesperanza entra en nuestra vida. Sin embargo, Jeremías 17:7-8 dice: “Bendito el hombre que confía en el Señor, y pone su confianza en él. Será como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor, y sus hojas están siempre verdes. En época de sequía no se angustia, y nunca deja de dar fruto”.
3. Alejarnos del valor de la gracia
Cuando hemos vivido la violencia, la gracia deja de importarnos y el amor de la muerte de Jesús en nosotros se opaca. La gracia sin embargo, nos revela a Cristo.
4. Hacer que solo salgan palabras de maldición de nuestra boca
La violencia resalta el rechazo y siembra inseguridades en nosotros.
¿Cómo sanar la violencia y sacarla de nuestra vida?
1. Saber que en el mismo lugar donde Dios estuvo cuando Jesús fue a la cruz, estuvo cuando estábamos siendo maltratados.
A veces sufrimos las consecuencias de personas que deciden vivir en desobediencia pero debemos saber que Dios sí estuvo y está con nosotros cuando pasamos por momentos de dolor.
2. Perdonar
Sólo podemos perdonar cuando comprendemos que hemos sido perdonados por Dios.
3. Creer la Palabra de Dios que trae bendición
Isaías 55:10-11: “Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo, y no vuelven allá sin regar antes la tierra y hacerla fecundar y germinar para que dé semilla al que siembra y pan al que come, así es también la palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo deseo y cumplirá con mis propósitos”.
4. Buscar la reconciliación
Dios quiere que reconciliemos al pecador con él, pero primero debemos estar reconciliados nosotros con esa persona. Los que hemos creído en Jesús tenemos el don de la reconciliación.
Predicación del 24 Septiembre 2014 en el Auditorio de la Iglesia El Lugar de Su Presencia - Bogotá - Colombia por Orlando Reyes. #SuPresenciaenInternet