Un espíritu superior es vivir la esencia de Dios de tal forma que las personas a nuestro alrededor sean tocadas por las señales del reino de Dios en nosotros.
1 Tesalonicenses 5:23 dice: “Nosotros oramos para que Dios mismo, el Dios de paz, los purifique completamente para que pertenezcan sólo a él. También pedimos para que todo su ser: su espíritu, su alma y su cuerpo permanezcan siempre sin mancha para cuando el Señor Jesucristo regrese”. La realidad que Pablo nos presenta en estos versículos es que somos seres espirituales. Pablo habla de:
Cuerpo
Muchas personas dedican demasiado tiempo a su cuerpo y definen su vida en función de él. Pero el cuerpo es solo el recipiente dentro del cual vive algo realmente poderoso.
El problema radica en darle mayor importancia a lo que el cuerpo pide. Cuando eso pasa, es fácil caer en la vanidad y el narcisismo.
Alma
Es importante ser competentes, pero el problema es que no haya equilibrio: mucho conocimiento pero poco crecimiento en el Espíritu. Otro problema es darle prioridad a las emociones. Muchas personas destruyen su vida porque permiten que sus emociones las controlen.
¿Qué es lo importante en nosotros?
Lo que realmente somos es seres espirituales, hechos a imagen y semejanza de Dios. Sin embargo, muchos vivimos de afuera hacia adentro porque permitimos que lo externo nos controle. Un espíritu superior es tener la presencia del Espíritu Santo en nosotros, de tal manera que sea él quien dirija nuestra mente, emociones, forma de pensar y esto se refleje en lo que hacemos. Así es como nuestro cuerpo empieza a responder a los deseos del Espíritu Santo y que el sistema del mundo pierde todo valor.
Predicación del 12 Julio de 2015 en el Auditorio de la Iglesia El Lugar de Su Presencia – Bogotá – Colombia por Henry Pabón #SuPresenciaenInternet