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Las mujeres que aman a los hombres guaches - 21 Septiembre 2014 - Andrés Corson

Dios es claro al decir en Proverbios 22:24 “No te hagas amigo de la gente irritable, ni te juntes con los que pierden los estribos con facilidad, porque aprenderás a ser como ellos y pondrás en peligro tu alma”.

La razón por la que existe la violencia en medio de las relaciones es el pecado, Génesis 6:5 (NTV) dice: “El Señor vio la magnitud de la maldad humana en la tierra y que todo lo que la gente pensaba o imaginaba era siempre y totalmente malo”.

5 Tipos de violencia:

  1. Violencia verbal: groserías, acusaciones, crítica, ridiculizar o irrespetar a otra persona.
  2. Violencia física: cualquier acción que tenga como fin causar daño físico.
  3. Violencia emocional: cualquier acto que se propone herir los sentimientos de alguien. Amenazas, control excesivo y comparaciones destructivas.
  4. Violencia sexual: cualquier tipo de acercamiento sexual donde se usa la fuerza y no es consentido por ambas personas.
  5. Violencia financiera: usar el dinero como método para controlar a una persona.

Causas de la violencia:

  • Creer consciente o inconscientemente que la violencia es normal en una relación.
  • Creer que la violencia hace parte la voluntad de Dios.
  • Considerar a la pareja como un objeto de su pertenencia.
  • Sentir la necesidad de ser amados.
  • Sentir celos.
  • Descargar las presiones financieras, laborales y emocionales en la pareja.
  • No sanar las inseguridades.

¿Cómo acabar la violencia en nuestros hogares?

  • Conocer que Dios desaprueba cualquier clase de violencia.
  • Disciplinar con amor.
  • Evitar a toda costa la agresión física.
  • Rendir cuentas y sanar las heridas emocionales.
  • Reconocer la violencia como pecado y pedir perdón a Dios y a las personas que hemos lastimado.
  • Vivir en comunión con el Espíritu Santo.

 

Predicación del 20 septiembre de 2014 en el Auditorio de la Iglesia El Lugar de Su Presencia - Bogotá - Colombia por el Pastor Andrés Corson. #SuPresenciaenInternet

¿Puede un cristiano tener un demonio? - Andrés Corson - 26 Abril 2015

4 factores que determinan nuestro comportamiento:
  1. Haber sido concebidos en pecado.
  2. Las conductas aprendidas.
  3. Las fortalezas mentales.
  4. Los demonios.

¿Qué son los demonios?

Son como el cáncer, atacan permanentemente. Buscan cuerpos donde habitar y son como las cucarachas, viven donde hay basura pero se visten como ángeles de luz.

Un cristiano pude ser Influenciado, controlado y atacado por un demonio, pero jamás pertenecerle. 1 de Corintios 3:23 dice: “Y ustedes pertenecen a Cristo, y Cristo pertenece a Dios”.

Señales de actividad demoniaca:

  • Voces en la mente que nos acosan, se burlan de nosotros y nos tientan.
  • Confusión mental: distracción al orar, adorar o leer la Biblia.
  • Traen indignidad al servir a Dios.
  • Mentiras en nuestra mente acerca de Dios, de otras personas y de nosotros mismos.
  • Pensamientos agresivos o violentos, sexuales o de muerte.
  • Volver una obsesión cualquier situación.
  • Sentimientos de culpa y de condenación.
  • Tener pesadillas.
  • Bloqueo a la visión o al propósito de nuestra vida.

Un cristiano debe:

  • Honrar el nombre de Dios.
  • Priorizar su salud espiritual.
  • Crucificar su carne.
  • Sanar sus heridas.
  • Buscar la santidad.
  • Reconocer que estamos en una guerra.

¿Cómo ser libres?

  1. Identificar si detrás de nuestras acciones hay un demonio o es nuestra carne.
  2. Leer la Biblia, orar y adorar a Dios.
  3. Dejar de pecar.
  4. Crucificar nuestra carne.
  5. Echar fuera a los demonios.

 

Predicación del 26 Abril de 2015 en el auditorio de la iglesia El Lugar de Su Presencia - Bogotá - Colombia por el Pastor Andrés Corson. #SuPresenciaenInternet

Entre nosotros quiso caminar - Andrés Corson - 1 Abril 2015

La vida de Jesús no inició en el pesebre en Belén, él siempre ha existido. En Apocalipsis 1:8 Jesús dice: “Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Yo soy el que es, que siempre era y que aún está por venir, el Todopoderoso”.

Juan 1:14 dice: “Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de amor inagotable y fidelidad. Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre”.

Nadie se compara con Jesús, por eso Pedro abandonó a Juan el bautista para seguirlo. Pedro vio su divinidad, sus milagros, su autoridad, su sabiduría, su amor, su justicia, lo vio echando fuera demonios y sanando a los enfermos.

Pero también vio su humanidad, lo vio llorar, comer y divertirse, lo vio con mujeres como María y la mujer samaritana, lo vio enojado, triste, cansado, frustrado, lo vio levantarse temprano a orar, lo vio adorando al Padre, lo oyó predicar y fue confrontado por él. Pedro comió con él, habló con él, le abrió su corazón, le hizo preguntas, vio su humanidad pero sin pecado.

Jesús, Dios hecho hombre, quiso caminar entre nosotros para conocer y entender nuestra humanidad, para enseñarnos, confrontarnos y discipularnos, para sanar al enfermo, abrazar al desamparado, darle una herencia al pobre, pero también para servirnos.

Un día Pedro vio que Jesús, el Hijo de Dios, el Creador y diseñador del universo, el Rey de reyes, se postró y lavó sus pies, al comienzo no pudo entenderlo pero dejó que Jesús le sirviera y esta experiencia cambió su vida para siempre.

 

Predicación del 1 Abril de 2015 en el auditorio de la iglesia El Lugar de Su Presencia - Bogotá - Colombia por el Pastor Andrés Corson. www.twitter.com/corsonandrew #SuPresenciaenInternet

¿Por qué hacemos lo que hacemos? - Andrés Corson - 22 Marzo 2015

Para saber por qué a veces hacemos lo que no queremos hacer debemos diferenciar entre: pecado original, maldiciones, conductas aprendidas, nuestra carne, fortalezas mentales y demonios:

Pecado original: de Adán heredamos la muerte espiritual, la muerte física y la muerte eterna. Por eso todos nacemos como pecadores. Las consecuencias del pecado original se solucionan recibiendo a Jesús como Salvador (Romanos 6:23). Las maldiciones: Son consecuencias de nuestros pecados, “Siempre se cosecha lo que se siembra”, Gálatas 6:7.

Maldiciones generacionales: lo que pudimos heredar de nuestros papás por causa de sus pecados. Para romper las maldiciones generacionales debemos dejar de cometer los pecados que cometieron nuestros padres (Ezequiel 18:14-17).

Los pecados de nuestros antepasados: los pecados no se heredan genéticamente, las maldiciones pueden pasar de una generación a otra pero los pecados no, estos son aprendidos.

El pecado que vive en mí: aunque en Cristo somos “nuevas criaturas”, el pecado sigue en nosotros y por eso tenemos que reconocerlo, crucificarlo y no permitir que nos controle (Romanos 6:12-13).

Las fortalezas mentales: son pensamientos que tenemos en el consciente o inconsciente fruto de las malas experiencias. Estas se derriban cuando renovamos nuestra mente con la Palabra de Dios y sometemos nuestros pensamientos a Dios.

Los demonios: son seres espirituales demoniacos que usan nuestro pecado, las fortalezas mentales y nuestras conversaciones para influenciarnos.

Cuando recibimos a Jesús se soluciona el problema principal que es el pecado original, pero tenemos que seguir trabajando para apropiarnos de todo lo que Jesús ya hizo por nosotros. 1 Pedro 1:5-7 dice: “Esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor”.

 

Predicación del 22 marzo de 2015 en el auditorio de la iglesia El Lugar de Su Presencia - Bogotá - Colombia por el Pastor Andrés Corson. #SuPresenciaenInternet

Jesús llevó nuestras enfermedades - Andrés Corson - 15 Marzo 2015

Uno de los beneficios que recibimos por la obra completa de Jesús en la cruz es nuestra sanidad. Isaías 53:4 dice que Jesús: “Se llevó nuestras enfermedades y quitó nuestras dolencias”.

La enfermedad no es la voluntad de Dios. 3 Juan 1:2 dice: “Espero que te encuentres bien, y que estés tan saludable en cuerpo así como eres fuerte en espíritu”. Dios puede usar nuestra enfermedad para su gloria pero eso no significa que es su voluntad.

¿De dónde viene la enfermedad?

La ciencia afirma que hay enfermedades genéticas, mentales, autoinmunes, congénitas, infecciosas, enfermedades de transmisión sexual y de somatización.

Otras causas de la enfermedad son:

  • Maldiciones generacionales: la Biblia dice que muchas enfermedades fueron heredadas por nuestro pecado o por el pecado de algún antepasado. Jesús murió en la cruz para liberarnos pero tenemos que apropiarnos de ese beneficio.
  • Amargura: las amarguras, el resentimiento y los celos afectan nuestro sistema inmunológico y suben nuestra presión sanguínea trayendo como consecuencia la enfermedad.
  • Enfermedades auto-impuestas: la queja, la confesión negativa o usar una supuesta enfermedad para manipular es una puerta abierta a un espíritu de enfermedad. El antídoto para esto es la oración de fe, alabanza, adoración y ser agradecidos con Dios.
  • El diablo y los demonios: debemos encontrar la puerta abierta por donde se han metido (pecado o amargura), confesar el pecado o sanar la amargura y luego echar fuera los demonios.
  • Descuidar el cuerpo: Dios diseñó nuestro cuerpo para que él mismo se sane pero necesita que lo ayudemos a reducir las toxinas que causan enfermedades teniendo buenos hábitos.

 

Jesús busca que actuemos para confirmar nuestra fe y nuestro deseo de ser sanados. Dios ya hizo su parte para sanarnos pero, ¿qué haremos nosotros?

 

Predicación del 15 marzo de 2015 en el auditorio de la iglesia El Lugar de Su Presencia - Bogotá - Colombia por el Pastor Andrés Corson. #SuPresenciaenInternet

¿Dios no ve nuestro pecado? - Andrés Corson - 11 Marzo 2015

¿Será cierto que aunque hagamos lo malo siempre seremos buenos ante los ojos de Dios? Malaquías 2:17 dice: “Ustedes han cansado al Señor con sus palabras. «¿Cómo lo hemos cansado?», preguntan. Lo cansaron diciendo que todos los que hacen el mal son buenos a los ojos del Señor y que él se agrada de ellos”.

Dios ve todas nuestras acciones, él conoce las intenciones de nuestro corazón y los pensamientos más profundos (Jeremías 11:20). Dios sí ve nuestro pecado pero por gracia, no lo usa en contra nuestra.

Hebreos 8:12 dice: “Perdonaré sus maldades y nunca más me acordaré de sus pecados”. Olvidar es una acción involuntaria, pero no acordarse es un acto de la voluntad. Dios elige no acordarse de nuestro pecado pero aun así lo conoce.

2 Timoteo 2:9 dice: “Dios nos salvó y nos llamó para vivir una vida santa”. La justificación y la santificación inmediata las obtenemos por gracia, pero la santificación progresiva es resultado del trabajo que hacemos con Dios. Él hace su parte y nosotros debemos hacer la nuestra. 2 Pedro 2:5 dice: “Esfuércense al máximo por responder a las promesas de Dios complementando su fe con una abundante provisión de excelencia moral”.

 

Predicación del 11 marzo de 2015 en el auditorio de la iglesia El Lugar de Su Presencia - Bogotá - Colombia por el Pastor Andrés Corson. #SuPresenciaenInternet

Averigüen bien lo que agrada a Dios - Andrés Corson - 1 Marzo 2015

Somos salvos solo por gracia, por nuestra fe en Jesús, pero las obras son el resultado de esa salvación y son necesarias para cuidarla. 2 Pedro 1:5 dice: “Esfuércense al máximo por responder a las promesas de Dios complementando su fe con una abundante provisión de excelencia moral”.

Además de la salvación, existen otros beneficios por la obra completa de Jesús en la cruz: salvación, santificación, sanidad, victoria sobre Satanás, libertad de las maldiciones o consecuencias del pecado, libertad de la ruina y la pobreza, libertad del temor a la muerte, una vida con propósito.

¿Recibimos todo esto solo por gracia o tenemos que hacer algo?

El punto medio entre la gracia y la justicia es la cruz, Dios hizo su parte pero nosotros tenemos que hacer la nuestra: creer bien, hacer guerra espiritual, eliminar lo que pueda enfermarnos, creer en la sanidad, confesar nuestros pecados, dejar de pecar y santificarnos.

¿Qué es santificación?

Es una vida separada para Dios, Efesios 5:25-27 dice: “Cristo amó a la iglesia. Él entregó su vida por ella a fin de hacerla santa y limpia al lavarla mediante la purificación de la palabra de Dios. Lo hizo para presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni ningún otro defecto. Será, en cambio, santa e intachable”.

Dios quiere que seamos santos pero, ¿cómo lograrlo? ¿Por gracia, por lo que Jesús hizo por nosotros o por nuestro esfuerzo? Para responder esta pregunta debemos entender que justificación tiene que ver con nuestra salvación y santificación tiene que ver con un cambio de vida.

¿Qué le agrada y qué le desagrada a Dios?

Para ser santos lo primero que debemos saber es qué le agrada y qué le desagrada a Dios, para eso necesitamos conocer su Palabra. Sin embargo, vemos que hay extremos:

  • El extremo de la gracia lleva a las personas a esperar que Dios los santifique sin hacer nada. Esto produce cristianos no comprometidos, mundanos y mediocres que terminan alejándose de Dios.
  • El extremo de la justicia es tratar de ser santos por nuestro esfuerzo humano, el resultado es el legalismo que también aleja a las personas de Dios.

Ningún extremo funciona, lo único que nos hace libres del pecado es la cruz en donde la gracia y la justicia se besaron. El punto de partida para ser santos es la gracia. Cuando entendemos que en Cristo ya somos santos, dirigimos nuestra vida hacia la santidad.

Predicación del 1 Marzo de 2015 en el Auditorio de la Iglesia El Lugar de Su Presencia - Bogotá - Colombia por el Pastor Andrés Corson. #SuPresenciaenInternet

Hablamos lo que creemos - Andrés Corson - 18 Febrero 2015

Romanos 10:9 “Si declaras abiertamente que Jesús es el Señor, y crees de corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo”.

3 cosas necesarias:
  1. Confesar públicamente que Jesús es nuestro Señor.
  2. Creer de todo corazón.
  3. Tomar la decisión de hablar lo que creemos y no lo que sentimos, 2 de Corintios 4:13 dice: “(…) Creí en Dios y por tanto hablé”.
¿Qué hemos creído acerca de Dios? ¿Qué hemos escuchado de él? ¿Qué sentimos por Dios? ¿Qué hemos declarado de Dios?

Nuestra confesión construye o destruye en nuestra vida o en la de otros, afecta sentimientos y conductas que pueden volvernos esclavos del qué dirán, y llevarnos a depender de lo bueno o malo que las personas piensan de nosotros.

4 Puntos claves para nuestra sanidad:

  1. Comprender que lo más importante es nuestro corazón, Proverbios 4:23 “Sobre todas las cosas cuida tu corazón (…)”.
  2. Poner un filtro para que las palabras de otros no nos afecten sea que hablen bien o mal de nosotros.
  3. Nuestros patrones neurológicos se tienen que alinear con los pensamientos de Dios, esto lo logramos conociendo la Palabra de Dios.
  4. Tenemos que hablar acerca de lo que creemos y no acerca de lo que sentimos.

El propósito de Satanás es causarle dolor al corazón de Dios, lo logra cuando nosotros sus hijos nos quejamos, murmuramos y dejamos de confiar en él.

¿Cómo podemos hablar lo que creemos?

  • Necesitamos identificar nuestros pensamientos.
  • Llevar cautivos nuestros pensamientos a la obediencia en Cristo todos los días y renunciar a ellos.
  • Renovar nuestra mente.
  • Tener un filtro en nuestro corazón.
  • Hacer guerra espiritual en contra del espíritu de este mundo.
  • Hablar lo que creemos fundamentado en la Palabra de Dios.

 

Predicación del 18 Febrero de 2015 en el Auditorio de la Iglesia El Lugar de Su Presencia - Bogotá - Colombia por el Pastor Andrés Corson. #SuPresenciaenInternet

El hijo pródigo - Andrés Corson - 8 Febrero 2015

5 verdades acerca de nuestra salvación:

  1. Debemos comprender el valor de nuestra salvación y cuidarla como el tesoro más precioso.
  2. El pecado nos enceguece y nos roba la fe.
  3. La salvación se pierde cuando dejamos de creer. Dejamos de creer cuando permitimos el pecado en nuestra vida.
  4. El arrepentimiento es necesario para cuidar nuestra salvación.
  5. Aunque somos salvos por gracia debemos trabajar a diario para cuidar la salvación, Filipenses 2:12.

7 Razones por las que las personas se alejan de Dios:

  1. Nunca fueron salvas. Creyeron en Dios de manera condicional, cambiaron de camino pero siguen enfocados en sus propósitos, sueños y metas personales.
  2. A causa de la incredulidad.
  3. No tienen raíces firmes, Mateo 13:20-21.
  4. Hay dureza en su corazón por las circunstancias y experiencias vividas.
  5. Se dejaron deslumbrar por las riquezas, Mateo 13:22.
  6. No estaban preparados para los ataques del diablo; 1 de Pedro 5:8.
  7. Son personas que no se congregan.

¿Qué hacer si estamos dudando de Dios?

  • Hablar con alguien que interceda por nosotros haciendo guerra espiritual.
  • No desconectarnos de la Iglesia.
  • Escribir lo que Dios nos ha dicho.
  • Cantar y proclamar la Palabra de Dios.
  • Leer la Biblia y escribir los versículos en lugares visibles dentro de la casa.

 

Predicación del 8 Febrero de 2015 en el Auditorio de la Iglesia El Lugar de Su Presencia - Bogotá - Colombia por el Pastor Andrés Corson. #SuPresenciaenInternet

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Seguridad de la salvación - Andrés Corson - 25 Enero 2015

En la Biblia encontramos dos atributos aparentemente contradictorios acerca de Dios: su gracia y su justicia. El punto medio entre la gracia y la justicia es la cruz.

Pues la paga que deja el pecado es la muerte, (justicia) pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor (gracia)”, Romanos 6:23

Somos salvos solo por gracia por medio de nuestra fe en Jesús para hacer buenas obras. Efesios 2:8 dice. “Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios”.

Pero aunque un cristiano peque, no es un pecador sino un santo que a veces peca. Un cristiano no es salvo por lo que hace sino por lo que es en Cristo y en Cristo somos perdonados, somos justos y somos santos.

Juan 1:12 dice: “A todos los que creyeron en él (Jesús) y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios”.

Las cosas malas que hacemos no determinan lo que somos. Tampoco podemos llamar a otro cristiano, pecador, adúltero, bandido. Cuando hacemos eso estamos menospreciando la gracia y la obra de Jesús en esa vida.

Cuando alguien recibe a Jesús se convierte en una nueva creación, en una nueva persona, pasa de ser pecadora a ser hijo de Dios, ya no está condenado al infierno sino destinado al cielo. Por eso, el que está en Cristo aunque peque se va al cielo, sin embargo, eso no nos da permiso para pecar (Romanos 6:1-2).

Algunos dudan de su salvación porque:

  • Tienen la idea equivocada de que cada vez que pecan pierden la salvación.
  • No tienen un recuerdo claro del momento en el cual recibieron a Jesús.
  • Un mensaje condenatorio los llevó a dudar.
  • Su corazón se ha endurecido.
  • No han perdonado.
  • Han juzgan a otros, por eso ellos mismos se miden con la vara de la justicia.
  • No son salvos.

¿Cómo podemos tener seguridad de nuestra salvación?

  • Dios pone esa seguridad en nosotros.
  • Se hace evidente cuando hay un deseo de conocer y obedecer a Dios.
  • Se manifiesta cuando hay fruto en nuestra vida.
  • Lo sabemos porque está en nosotros el deseo de agradar a Dios.

 

En la Biblia encontramos versículos que apoyan ambas interpretaciones. La salvación no se pierde: Juan 10:27-28, Romanos 8:35-39. La salvación se puede perder: Apocalipsis 22:19, Gálatas 5:19-21.

Hebreos 2:1-3 dice que no podemos descuidar una salvación tan grande. Por eso creemos que la salvación se puede perder y que es necesario cuidarla.

 

Predicación del 25 Enero de 2015 en el Auditorio de la Iglesia El Lugar de Su Presencia - Bogotá - Colombia por el Pastor Andrés Corson. #SuPresenciaenInternet