¿Cuál es tu género de películas favorito?
¿Qué tanto te gusta el drama y qué tanto lo vives cada día?
La pastora Rocío Corson empieza su prédica hablando de cine, para luego decirnos que muchas veces le ponemos demasiado drama a nuestra vida.
Mira estos comportamientos y responde, ¿qué tanto drama hay en tu vida?
1. ¿Eres dramático?: es cuando te desanimas desanimas fácilmente por las circunstancias y todo implica peligro de muerte. El Salmo 42:5 dice: “¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!”.
2. ¿Eres trascedental?: es cuando todo te parece más grave de lo que en realidad es. Cuando cargas con una nube negra todo el tiempo.
3. ¿Eres exagerado?: es cuando le das a las cosas más importancia de la que merecen y sobredimensionas los efectos negativos de una situación.
4. ¿Eres gritón?: no importa lo que grites, los gritos quitan la paz. ¿Qué tal si haces un ayuno de gritos? Efesios 4:31. “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia”.
Date cuenta de que con tanto drama lo que haces es avergonzar a Dios. El drama empieza en tu mente porque te armas videos con finales trágicos.
Sin embargo, recuerda siempre que Dios es experto en coger películas de terror y darles finales felices.
Otro problema se da cuando no vives en el drama sino en la ficción, cuando tienes una vida “ficti” en la que, como en este tipo de películas, todo es perfecto pero nada existe, nada es real.
En la vida real tienes sentimientos que muchas veces son negativos. No debes negar la existencia de estos sentimientos, lo importante es qué harás con ellos.
A tu vida pueden hablar tres voces: la tuya, la del Diablo y la de Dios. Los pensamientos que resultan de escuchar esas voces producen sentimientos que gobernarán tu vida. Por eso es importante que expreses tus sentimientos a Dios porque reprimirlos solo te va a frustrar.
Salmo 34:4-5 y el Salmo 142:2 son Salmos imprecatorios y son un excelente ejemplo de cómo llevar los sentimientos negativos delante de Dios.
En estos Salmos, David expresa su enojo y su deseo de vengarse de sus enemigos, le pide a Dios que los destruya, que acabe con ellos. Sin embargo, en seguida David exalta a Dios y empieza a expresar su agradecimiento y a recordar todo lo que Dios hizo por él en el pasado.
No escondas tus sentimientos de Dios, solo él puede liberarte de los malos sentimientos, hablar de ellos con Dios debe ser un hábito y volverse un estilo de vida.
Lo que hablas es muy importante, Proverbios 18:21 dice que la vida y la muerte están en el poder de la lengua. Por eso tus sentimientos deben pasar por un filtro.
Cuando enfrentes una situación difícil piensa:
- ¿Qué es lo peor que puede pasar?
- ¿Me voy a morir de esto?
- ¿Es realmente tan grave?
- ¿Qué voy a hacer con mis sentimientos?
- ¿A quién se los voy a entregar?
- ¿Qué voy a confesar?
Predicación del 20 Abril de 2014 en el Auditorio de la Iglesia El Lugar de Su Presencia – Bogotá – Colombia por la Pastora Rocio Corson. #SuPresenciaenInternet